La Comisión Europea ha advertido que la industria europea se enfrenta a retos existenciales, vinculados sobre todo a los altos precios de la energía y la competencia global. En un mundo marcado por el aumento de las tensiones geopolíticas, el brazo ejecutivo de la UE quiere actuar para evitar que otras potencias superen la economía de la Unión Europea.

Para revitalizar la industria europea sin renunciar a sus objetivos climáticos, la Comisión implementará un plan denominado “Pacto Industrial Limpio” (CID) para fomentar las inversiones en descarbonización y tecnologías limpias en la Unión Europea.

“El Pacto Industrial Limpio es el plan empresarial de Europa para hacer frente a la crisis climática, impulsar la competitividad, garantizar la resiliencia económica y retener el talento”, declaró la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera Rodríguez, durante la presentación de la política en Bruselas.

La Comisión afirmó que el pacto constituye una hoja de ruta para acelerar simultáneamente la reindustrialización y la descarbonización de la UE, centrándose en el apoyo a dos sectores clave: las industrias con un alto consumo energético, como los fabricantes de productos químicos, y los sectores de tecnologías limpias, como los productores de turbinas eólicas.

La mayoría de las políticas incluidas en el CID deben ser aprobadas por los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo.

Hasta entonces, presentamos el análisis de European Newsroom.

“Haciendo todo lo posible” para abaratar la energía

Ribera afirmó que la Comisión está “haciendo todo lo posible” para reducir los precios de la energía para la industria en la UE en el marco del CID.

Una de las medidas inmediatas es que los Estados miembros de la UE reduzcan los impuestos que pagan las industrias con un alto consumo de energía sobre la electricidad y eliminen los gravámenes que financian políticas no energéticas, según explicó la Comisión.

Para garantizar la estabilidad de precios para las empresas, la Comisión también flexibilizará las normas sobre ayudas estatales para que los países de la UE puedan subvencionar a las empresas industriales. La Comisión también quiere abordar los obstáculos y retrasos en el proceso de obtención de permisos y ayudar a la industria a adoptar fuentes de energía más limpias.

A largo plazo, la Comisión colaborará con los países de la UE para aumentar drásticamente las inversiones en redes energéticas, energías renovables y capacidad de almacenamiento de energía.

En otra iniciativa de cara al futuro, Bruselas está reorientando el enfoque del bloque hacia contratos de electricidad a más largo plazo para contrarrestar las fluctuaciones de precios.

Lanzará, junto con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), una línea de garantías para reducir el riesgo en los contratos de compra de energía a largo plazo, ofreciendo a las empresas una mayor certidumbre en los precios.

Finalmente, la Comisión implementará aprobaciones más rápidas para electricidad a precios sostenibles, fomentará un mayor comercio transfronterizo de energía para reducir los precios e introducirá más interconectores para la red energética del bloque.

Las medidas energéticas de la Comisión buscan ahorros para la industria y los hogares de 45.000 millones de euros en 2025, cifra que aumentará gradualmente hasta 130.000 millones anuales para 2030 y 260.000 millones anuales para 2040.

Financiación de la transición: ayudas estatales, incentivos fiscales y 100.000 millones de euros de la Comisión.

Según la Comisión, la UE necesita aumentar sus inversiones anuales en energía, innovación industrial y sistemas de transporte en unos 480.000 millones de euros en comparación con la década anterior para lograr la transición a una economía de cero emisiones.

El brazo ejecutivo de la UE considera que las ayudas públicas y los incentivos fiscales desempeñarán un papel crucial para alcanzar este volumen de inversión, atrayendo también financiación privada.

La Comisión instará a los países de la UE a adoptar incentivos fiscales para proyectos y empresas de energía y tecnologías limpias, como permitir periodos de amortización más cortos para las tecnologías limpias, de modo que las empresas reciban una compensación más temprana por las elevadas inversiones iniciales.

El ClD también contiene un nuevo marco de ayudas estatales que se establecerá en 2025 para el sector de la energía y las tecnologías limpias con el fin de apoyar la fabricación de tecnologías verdes, como las baterías, o para agilizar la aprobación de subvenciones para proyectos de reducción de emisiones.

La Comisión también pretende movilizar más de 100.000 millones de euros, procedentes de fuentes públicas y privadas, para tecnologías energéticas sostenibles y limpias en un Banco de Descarbonización Industrial, utilizando el fondo de inversión en innovación del bloque, así como los ingresos del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la UE.

También se incluirán garantías adicionales de 1.000 millones de euros para tecnologías limpias como parte del actual presupuesto plurianual de la UE.

«Hecho en Europa» será la prioridad para las tecnologías limpias

La Comisión quiere apoyar al sector europeo de las tecnologías limpias con la etiqueta «Hecho en Europa». La autoridad de Bruselas aspira a que, en el futuro, el 40 % de las tecnologías respetuosas con el clima se produzcan en la UE.

También propone favorecer a las empresas europeas frente a sus competidores de China o Estados Unidos en la contratación pública de sectores estratégicos.

Las materias primas más críticas para el sector de las tecnologías limpias también deberían obtenerse y extraerse en la UE, según los planes del CID.

Ante la frecuente oposición local por su impacto ambiental, la Comisión se ha comprometido a facilitar más proyectos de explotación minera o de investigación. Se pretende reducir la dependencia de proveedores de fuentes con más riesgos, como China.

Este artículo forma parte del artículo destacado de enr sobre las elecciones europeas «Comisión Europea von der Leyen II: 100 días y sumando». El contenido se basa en noticias de las agencias que participan en enr.