El Gobierno ha celebrado que la Unión Europea haya propuesto «por fin» la suspensión del acuerdo de asociación comercial con Israel, aunque haya sido de manera parcial y no total como el Ejecutivo lleva defendiendo y «liderando» desde hace tiempo.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que trabajará «incansablemente» para «promover una posición común» de la Unión Europea en el conflicto en Oriente Medio «basada en una solución de dos Estados».
Las entidades incluidas en la lista de castigados son un grupo supremacista judío radical de derechas y otro grupo juvenil radical formado por miembros conocidos por cometer actos violentos contra palestinos y sus aldeas en Cisjordania.
Así lo anunció él mismo en una rueda de prensa este martes tras la reunión extraordinaria que los ministros de Exteriores de la UE celebraron hoy por videoconferencia, en la que condenaron el ataque, reafirmaron su compromiso con la seguridad de Israel y pidieron a todos los actores que eviten la escalada de la tensión en la región.
Países como España, Francia o Bélgica ya habían decidido avanzar unilateralmente en las sanciones contra los colonos israelíes violentos ante la falta de consenso en la UE, aunque esas medidas nacionales se limitaban a la prohibición de entrar en la UE.