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Los primeros ministros de seis países de la Unión Europea, incluida Polonia, apelaron en una carta a la presidenta de la Comisión Europea Ursuli von der Leyen para que revise la política de la UE relativa a los automóviles, advirtiendo de que la normativa actual debilita la competitividad del sector automovilístico europeo.

La carta fue firmada por: el primer ministro de Polonia Donald Tusk, el primer ministro de Hungría Viktor Orban, el primer ministro de Eslovaquia Robert Fico, la primera ministra de Italia Giorgia Meloni, el primer ministro de Chequia Petr Fiala y el primer ministro de Bulgaria Rosen Żelazkow.

En la carta, que vio PAP, se subrayó que los debates durante la última cumbre de la UE sobre competitividad, así como el debate sobre la posición del Consejo de la UE (Estados miembros) en relación con la revisión de la legislación climática de la UE, revelaron “la necesidad de abandonar de una vez por todas el dogmatismo ideológico que ha llevado a sectores enteros de la producción al borde del colapso, con efectos escasos o casi nulos en lo que respecta a las emisiones globales”.

Los jefes de gobierno señalaron la necesidad de aplicar plenamente el principio de neutralidad tecnológica, destacando que “no existe una única solución milagrosa para la descarbonización”.

A su juicio, imponer una sola tecnología limita la investigación, la innovación y la competencia, y los efectos de estas acciones afectan especialmente a la industria automovilística europea, que, como se escribió, “sufre de forma dramática a causa de la normativa actual de la UE”.

Los primeros ministros pidieron que, en la próxima revisión del reglamento sobre las normas de emisiones de CO2 para los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, se mantenga también después de 2035 el papel de los vehículos eléctricos híbridos enchufables, la tecnología de pilas de combustible, los vehículos eléctricos con los llamados range extender y otras soluciones futuras.

A su juicio, la revisión debería tener en cuenta el papel de los combustibles de bajas emisiones y renovables en la descarbonización del transporte por carretera, clasificando también los biocarburantes como “combustibles neutros en cuanto a emisiones de dióxido de carbono”.

En la carta se propuso también la revisión del reglamento relativo a las normas de CO2 para los vehículos pesados, con el fin de facilitar a los fabricantes “el cumplimiento de los objetivos y evitar el riesgo de sanciones”.

Los primeros ministros se refirieron también de forma crítica a la propuesta del Pacto de Industria Cero Neta en el ámbito del transporte por carretera.

Como subrayaron en la carta, la CE debería centrarse en promover buenas prácticas, incentivos fiscales y programas de apoyo, aplicando un enfoque tecnológicamente neutro en la transición hacia una movilidad de bajas y cero emisiones.

“Nos encontramos en un punto de inflexión tanto para la industria automovilística europea y la industria de componentes de automoción como para las acciones europeas en favor del clima. Podemos y debemos esforzarnos eficazmente por alcanzar nuestro objetivo climático sin destruir al mismo tiempo nuestra competitividad, porque en un desierto industrial no hay nada verde”, escribieron en la conclusión de la carta los primeros ministros. (06.12.2025)